Fecha de creación: 27/08/2010
Un adiós que dice
hasta nunca.
Que triste e infeliz
es el mundo.
Por tu adiós hoy al
mundo, como a ti, lo veo tal como es; Aquel mundo de corazones marchitos y
gente sin rostro, llena de tristeza y adioses recibidos y por dar.
Cuánto dolor puede
albergar un corazón me preguntó en mi soledad; mucho, me respondería la
oscuridad de mi cuarto, si acaso pudiera hablar.
En aquel momento vi
lo que quise. Ciega como tantas torpes que conozco. Hoy soy una de ellas, una
torpe que tomaron besaron y le dijeron adiós.
Jamás creí sufrir
tanto. Nadie puede hacer un mar con tan sólo lágrimas y nadie puede sufrir
tanto por tan sólo un tipo que te dio algunos besos; pero te añore por tanto
tiempo y fundamente mi vida en ti. Que torpe.
Hoy lloro como nunca
porque has dicho adiós, un adiós frío que dice hasta nunca. Hoy veo el mundo
tal como es: un mundo de luz y sombras al día y oscuridad a la noche; empañado
de dolor y tristeza tras los adioses de aquellos hombres que toman, besan y
dicen adiós.
¿Te conozco? no lo
se. Yo estuve en los brazos de un hombre que no conozco, de alguien que al besarme
jamás me mostró su rostro; aquel rostro que no teme ni siente dolor al llenar
de tristeza y adioses el mundo.
Por un adiós hoy,
igual que al mundo, te veo como eres; un hombre sin rostro en un mundo de luz y
sombras al día y oscuridad a la noche,
el cual empañaste.
Es fácil tomar, besar
y decir adiós. ¿Por qué no me explicaste?, tan sólo unas líneas me hubiesen
bastado.
¿Acaso fue más fácil
olvidar todo y decirme adiós?
Un adiós frío que
dice hasta nunca.
¿Qué le paso a aquel
adiós de la tarde, tan tibio y tan bello, que me daba la eterna seguridad de
que al día de mañana te tendría hay?
Ahora lloro en silencio,
con esas lagrimas invisibles que provoca la soledad.
Que triste e infeliz
es el mundo; este mundo de luz y sombras al día y oscuridad a la noche.
Este mundo donde
enamoras, besas y dices adiós.
Aquel adiós frío que
dice hasta nunca y te hace llorar; llorar en silencio ya que nadie te entiende.
¿Pueden comprender cuando mueres de amor por dentro y estas sola? Enamorarse de
la idea del amor y sufrir por ello, a eso estoy condenada.
Te ame tanto. Pero
creo que amaba una idea demasiado buena para ser real. Que triste es el mundo y
que infeliz la vida. Me odio en el espejo y soy lo único que tengo.
Recuerdo aquellas
mañanas de despertar y saber que me esperabas en la puerta. Recuerdo las risas,
tus manos y tus ojos. Te recuerdo.
La ironía me toma del
cuello mientras mis lágrimas bajan por mi rostro.
Que triste en infeliz
es el mundo; un mundo sin cara y llenos de hombres sin rostro, un mundo de luz
y sombras al día y oscuridad y llanto en la noche.
Juan Pablo Guzmán, colombiano.
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